sábado, 18 de abril de 2020

ME QUEDO EN CASA. 37 - El Juicio de Paris

Hoy he elegido un tema mil veces representado, el Juicio de Paris. Como es natural no he elegido el más conocido. (Todas las fotos están sacadas de internet. Espero no tener problemas, como los que están surgiendo en entradas anteriores. Procuraré  decir, en rojo, de dónde están sacadas)
Comienzo con el ejemplo más simpático de este juicio, una obra de Federico Jiménez Fernández, amante de la naturaleza y que elige a los animales como protagonistas. Foto de la web del Museo del Prado

Todo empieza con una boda, la de Tetis y Peleo, con montones de invitados, tanto dioses como mortales.  A la boda no había sido invitada la diosa Eris  y haciendo honor a ella misma, sembró la discordia. Dejó en la mesa del banquete una manzana, con un mensaje: ...para la más bella. Hera, Atenea y Afrodita, se la disputaban.
Zeus puso orden, eligió a un joven mortal para que decidiese, un joven que hubiese estado alejado de las pasiones, para que fuese imparcial. El elegido fue el príncipe troyano Paris.
Pese a su divinidad, las diosas eran más pasionales que los propios humanos, las tres intentaban ser la más bella y empezaron las ofertas. Hera le ofrecía a Paris el poder; Atenea la sabiduría; Afrodita el amor de la mujer más bella.
En algunas interpretaciones de este juicio aparece la figura de Hermes, al que el joven Paris pide consejo. Pedro Pablo Rubens lo incorpora en todos. (Fotos web Prado y Arte Historia).

Esta leyenda mitológica, además de servir a Homero de argumento para la Ilíada, ha sido motivo de inspiración  para muchos artistas y en amplia variedad de materiales. 


En la época griega, vemos cerámicas con este tema. En este caso en el tipo de cerámica, llamada de figuras negras. (Wikipedia).



En la musivaria, aparece muchas veces. La entrada tres de este confinamiento, está dedicada al Mosaico de los Amores de Cástulo. Uno de sus temas es el Juicio de Paris, el otro, Selene y Endimión. Volver a ver

Es en el género de la pintura  donde más se ha repetido el tema. Hay autores como Rubens, que ha sido tema preferido y lo ha repetido muchas veces. El Prado tienes varias versiones. Sus famosas  Tres Gracias, están inspiradas, sin lugar a duda, en las tres diosas del juicio.

Botticelli, realizó una versión muy bucólica. Nos presenta un paisaje idílico, muy usual en este autor. (web dominio público)

También Lucas Cranach (Foto Google Arts & Culture) y Juan de Juanes(Small Berge Paris), hicieron sus versiones.



Artistas más cercanos en el tiempo, nos van dejando su interpretación. Uno de ellos es Pierre-Auguste Renoir, pintor impresionista, que dentro de esta corriente es el más tradicional. (Wikipedia).

Ernst Ludwig Kirchner, nos deja su versión expresionista de la obra, en la que también se observan líneas que nos recuerdan otras corrientes, A esta obra, también se le conoce con el nombre de Las Putas de Kirchner. (Wikimedia Commons).
Acabamos el  recorrido con el Juicio de Paris del joven colombiano Darío Ortiz Robledo. Escritor y autodidacta en la pintura. Sus obras son de un neorrealismo asombroso. (Galería Duque Arango).

                                         


Enrique Simonet
 Enrique Simonet nace en Valencia en 1866. Se formó en Valencia y Málaga con Ferrandiz. Viajó a Roma como becario. Allí realizó una de sus mejores obras, ¡...y tenía corazón! (web Prado).
Viajó a Marruecos como corresponsal de guerra. En 1901 consiguió la Cátedra. en Barcelona. Muere en Madrid en 1927 como Catedrático de la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado.

El Juicio de Paris. Museo de Málaga


Se desarrolla en un paisaje, al que no vamos a llamar bucólico, es el típico paisaje mediterráneo, con olivos cercanos al mar, adelfas de rico colorido, una parra que protege con su sombra y cabras, cabras malagueñas, que desempeñan un importante papel en el cuadro, ya que aparecen como los principales espectadores de la escena  esperando el final del juicio.

La luz en esta obra es hasta sorprendente, Simonet nos trae la luz mediterránea, es una luz que sorprendió a sus compañeros y hasta el propio Sorolla la alabó.

Los personajes. El centro de la composición lo ocupa Afrodita, la que recibirá la manzana, luciendo su cuerpo desnudo, es pura vanidad, resaltada esta vanidad por el plumaje abierto del pavo real, que es en  realidad  símbolo de Hera, que aqui queda en un segundo plano. Atenea, es la virginidad, el recato, el pudor y aqui lo muestra cubriendo su desnudez de manera pudorosa.
Eros, aparece a los pies de Afrodita. Algunos piensan que es hijo de Afrodita y Ares, otros de Nicte y Erebo. Eros representa al amor, el sexo, la fertilidad, en esta obra, con alas rojas que expresan pasión.
Paris, dubitativo, con mirada libidinosa, abrazado al macho cabrío, expresión de virilidad.

El color y el dibujo  perfectamente utilizados por Simonet. El desnudo de Afrodita, con sus líneas suaves y el color nacarado, de suaves toques rosados, de su cuerpo, despiertan el deseo. Paris, cubierto con una piel de leopardo, deja al descubierto parte de su espalda, en la que el color expresa fuerza y libertad.

En esta obra los modelos fueron su propia familia, mujer e hijos. Jamás se deshizo de ella, siempre la tuvo en el salón de su casa. Uno de sus descendientes la vendió a la Junta de Andalucía con la condición de que pasase al Museo de Málaga.


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