viernes, 17 de abril de 2020

ME QUEDO EN CASA. 36 - Nastagio degli Onesti

Esta entrada va hoy de leyenda, para ello hemos escogido  una obra de literatura y una pintura.
Literatura El Decamerón de Bocaccio. La pintura vendrá más tarde, aqui vemos una obra famosa de su autor,  Sandro Botticelli.

Aquí iba una foto, sacada de internet, del Nacimiento de Venus  de Boticelli.
La habré sacado de alguna página celosa de su contenido. Pido Perdón.
Pondré esta de la Vanguardia.





Boccaccio, en el Decamerón cuenta la historia de diez jóvenes de Florencia, siete mujeres y tres hombres, que huyen de una epidemia (esto me suena una barbaridad, no fue el coronavirus, fue la peste de 1348). 
Se refugian en el campo durante un periodo de tiempo, 14 días. Para hacerlo más llevadero proponen, contarse diariamente cuentos por turno, salvo los sábados y domingos.
En la jornada quinta y en el cuento octavo "El infierno de los amantes crueles" podemos leer:

…sucedió que un viernes, casi a la entrada de mayo, haciendo un tiempo buenísimo, y empezando él a pensar en su cruel señora, mandando a todos sus criados que solo le dejasen, para poder pensar más a su gusto, echando un pie delante de otro, pensando se quedó abstraído.
Y habiendo pasado ya casi la hora quinta del día, y habiéndose adentrado ya una medía milla por el pinar, no acordándose de comer ni de ninguna otra cosa, súbitamente le pareció oír un grandísimo llanto y ayes altísimos dados por una mujer, por lo que, rotos sus dulces pensamientos, levantó la cabeza por ver qué fuese, y se maravilló viéndose en el pinar; y además de ello, mirando hacia adelante vio venir por un bosquecillo bastante tupido de arbustillos y de zarzas, corriendo hacia el lugar donde estaba, una hermosísima joven desnuda, desmelenada y toda arañada por las ramas y las zarzas, llorando y pidiendo piedad a gritos; y además de esto, vio a sus flancos dos grandes y feroces mastines, los cuales, corriendo tras ella rabiosamente, muchas veces cruelmente donde la alcanzaban la mordían; y detrás de ella vio venir sobre un corcel negro a un caballero moreno, de rostro muy sañudo, con un estoque en la mano, amenazándola de muerte con palabras espantosas e injuriosas.



La historia continúa
…mirando a la mísera joven, se puso a esperar lleno de pavor lo que iba a hacer el caballero, el cual, terminada su explicación, como un perro rabioso, con el estoque en mano se le echó encima a la joven que, arrodillada, y sujetada fuertemente por los dos mastines, le pedía piedad; y con todas sus fuerzas le dio en medio del pecho y la atravesó hasta la otra parte. Cuando la joven hubo recibido este golpe cayó boca abajo, siempre llorando y gritando; y el caballero, echando mano al cuchillo, le abrió los costados y sacándole fuera el corazón, y todas las demás cosas de alrededor, a los dos mastines las arrojó; los cuales, hambrientísimos, incontinenti las comieron; y no pasó mucho hasta que la joven, como si ninguna de estas cosas hubiesen pasado, súbitamente se levantó y empezó a huir hacia el mar, y los perros siempre tras ella hiriéndola, y el caballero volviendo a montar a caballo y cogiendo de nuevo su estoque, comenzó a seguirla.


¿Qué planea el joven Nastagio?
Propone a sus amigos:

Muchas veces me habéis animado a que deje de amar a esta enemiga mía y ponga fin a mis gastos: y estoy presto a hacerlo si me conseguís una gracia, la cual es ésta: que el viernes que viene hagáis que micer Paolo Traversari y su mujer y su hija y todas las damas parientes suyas, y otras que os parezca, vengan aquí a almorzar conmigo. Lo que quiero con esto lo veréis entonces.


Y lo vieron.



Estas tres escenas de Nastagio degli Onesti, se conservan en el Museo del Prado.
En la primera escena, aparece el protagonista, Nastagio, tres veces. En el fondo, comunicando a sus amigos que se retira a pensar; en un primer plano aparece cabizbajo pensando en el rechazo de la amada; y en el mismo plano cuando va a coger un palo para defender a la perseguida.
En la segunda, ve horrorizado que no puede hacer nada por la mujer perseguida por los perros. Su perseguidor le arranca el corazón y se lo lanza a los perros. Al fondo la escena comienza a repetirse.
La tercera escena es el plan de Nastagio: Invitar a su amada a un banquete en el bosque donde la escena se repite constantemente. A la derecha y alejado se ve a Nastagio recibiendo la noticia de que su amada lo acepta.
Hay una cuarta escena, que no la posee el Prado y es el banquete de celebración del enlace de Nastagio con au prometida. Esta escena se creía perdida y sigue estando en la colección del Palacio Pucci, que fue propiedad de los protagonistas de la historia. Historia con final feliz, lo que no sabemos es si en el banquete se comieron perdices.


Las tres escenas del Prado llegaron a él en 1941. Donadas por Francesc Cambó. Se ha dudado mucho de la autoría, pues estudiándolas en profundidad, incluso a través de radiografías, se ha visto que hay muchas diferencias en cuanto al paisaje. La conclusión final es que los diseños y la mayore parte de las figuras, son de Botticelli, pero que tuvo gran ayuda de sus alumnos.
La cuarta escena es en la que más se duda de la autoría de Botticelli.

Conozcamos a Botticelli en un supuesto autorretrato que se hace en la obra Adoración de los Reyes Magos


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