LAS ERMITAS DE SAN SEBASTIAN DE SANTISTEBAN Y LAS NAVAS Y SU FUNCIÓN APOTROPAICA.
Aprendí dos cosas el significado de apotropaica y que San Sebastián, el Santo Bastián para los de la Farrabullana y todo el pueblo de Santisteban, está considerado patrón de muchas cosas, entre ellas el poder ausentar epidemias. Por esta razón son abundantes las capillas o ermitas al santo en las salidas o entradas, según se mire, de muchos pueblos.
Aprovechando lo aprendido, he tenido a bien hacer esta entrada en honor a San Sebastián para pedirle, en lo que él pueda buenamente hacer, que nos libere del dichoso coronavirus que nos tiene muy preocupados, acojonados y encerrados.
Gabriel Sagra, ¡¡¡GRACIAS!!!
He elegido dos obras del mismo autor, dos obras poco conocidas.
Empecemos con San Sebastián. José de Ribera 1616-18-Colegiata de Osuna.
José de Ribera, solía firmar sus obras «Josephus Ribera. Hispanus. Valentinus. Setaben". Siempre se sintió español, valenciano y de Játiva, aunque su formación la llevó a cabo en Roma y Nápoles, donde era conocido como el "Espagnoleto".
Es una obra de juventud de su fructífera etapa italiana.
Por un lado, se observa la influencia de Michelangelo Merisi da Caravaggio en el manejo de la luz, resaltando el volumen de la figura, con un marcado contraste con el resto de la composición. Es el llamado claroscuro.
Por otro lado podemos observar la influencia boloñesa de Guido Reni. Esta influencia se observa en la actitud del modelo, que ni sufre ni padece. ¿Sabíais que el San Sebastián de Guido Reni, es icono de tipo sexual?; también esos fondos azulados nos recuerdan al boloñés
Guido Reni 1616. Palazzo Rosso. Génova |
La segunda obra elegida es San Sebastián curado por las Santas Mujeres. 1621. José de Ribera. Museo de Bellas Artes de Bilbao.
Hay pocos años de diferencia, pero en esta obra, nos encontramos un Ribera más consagrado. La influencia de Caravaggio en el tratado de la luz, es más acusada. Quizá se ha perdido la influencia de Reni, aunque las expresiones siempre serán dulcificadas.
El Santo y los Ángeles que portan la corona del martirio, son los transmisores de luz al cuadro, mientras las santas mujeres, Irene y Lucilla, quedan algo más en penumbra, es el famoso claroscuro.
Ribera en su formación, se vale repetidamente de los mismo modelos, cosa que podemos comprobar con el Martirio de San Lorenzo de la Basílica del Pilar.
Aparte de seguir aprendiendo con tus reseñas, deseo que San Sebastián actúe con su acción apotropaica y podamos volver a la normalidad.
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