#quedateencasa #quedateEnTuCasa
Recurriendo a la hemeroteca y leyendo un artículo en La Opinión, sobre la historia del Teatro Cervantes, del 18 de noviembre del año pasado y visitando la propia web de Cervantes/Echegaray de Málaga, he pensado:
Una entrada de las prometidas. Irá de Arte, de Historia y con anécdota. Y aqui estamos. Historia de Málaga y el arte de Bernardo Ferrandis y Muñoz Degrain; la anécdota ya está en el título.
Málaga ya tenía un pequeño teatro llamado Teatro de la Merced a principios del XIX. En 1862, la reina Isabel II y su esposo Francisco de Asís tienen anunciada su visita para la inauguración del ferrocarril Córdoba-Málaga. La visita se realizará en octubre.
Hay que hacer muchas cosas, no solo inaugurarán el ferrocarril, visitaran el Hospital de San Julián, suprimirán la escalinata de acceso a la Iglesia del Sagrario, pues estorba al carruaje real y lo que más nos importa, hay que mejorar el teatro. En menos de seis meses se le agrega un nuevo cuerpo y se le cambiará de nombre, pasará a llamarse Teatro Príncipe Alfonso.
Seis años le duró el nombre, pues tras la caída de la monarquía en 1868, pasó a llamarse Teatro de la Libertad y un año después, el edificio sucumbió a las llamas.
En 1870 Antonio Oliver Navarro compra las ruinas y encarga al arquitecto Gerónimo Cuervo y González la demolición y posteriores obras del nuevo teatro. La plaza que precede a la entrada principal, lleva el nombre de este arquitecto.
En el nuevo teatro, el valenciano Bernardo Ferrandis recibirá el encargo del mural cenital, y el telón de boca. Recurrirá a la ayuda de su paisano Muñoz Degraín.
El teatro se inaugura el 17 de diciembre del mismo año con Guillermo Tell.
En el techo aparece la Alegoría de la Ciudad de Málaga bajo el lema Honor a las Bellas Artes. El boceto de la obra es el que nos da la bienvenida cuando visitamos en el Palacio de la Aduana, el Museo de Málaga.
La obra está concebida al pie de la Alcazaba y Gibralfaro y aparecen todos los elementos que caracterizaban a la Málaga del momento: agricultura, pesca, industria, comunicaciones, y comercio. El centro lo ocupa un Monumento a las Bellas Artes, que es lo ùnico que no existe.
Es una pintura de tipo histórico costumbrista. En los cielos del fondo es donde mejor se percibe el color y la pincelada de Muñoz Degrain.
A lo largo de los años, el edificio sufre una serie de cambios de muy diversa índole, pero son la indiferencia y el abandono los que lo convierten, prácticamente, en ruinas. En 1950, el Teatro presenta un serio deterioro; sus instalaciones son acomodadas a las normativas vigentes y se hacen reformas que alteran gravemente su diseño, distribución y elementos arquitectónicos. Se determina la habilitación de un bar y una cabina para proyecciones cinematográficas y será esta la actividad a la que quede reducido. Languidecerá progresivamente hasta acabar cerrándose.
El 14 de enero de 1984, el entonces alcalde, Pedro Aparicio firmará, en el propio escenario del edificio, el contrato de compraventa. Pasa a ser propiedad del ayuntamiento.
Se procedió a la ampliación y restauración del edificio. El arquitecto encargado José Seguí. El nuevo teatro queda con un aforo de 1.171 localidades que, por exigencia del alcalde. estarán tapizadas en color azul, al que Pedro Aparicio llamará "azul cervantes".
El 6 de abril de 1987, S.M. la Reina Sofía asiste al concierto de inauguración. Como anécdota, vino vestida de azul y dirigiéndose a Pedro Aparicio. sonriendo, le dijo , "Vengo vestida de azul Cervantes".
Cierto o no, es una anécdota que me ha permitido poner el título a la entrada.
Ese mismo año, el Teatro Cervantes obtuvo el premio Europa Nostra (UNESCO), por su cuidadosa recuperación, y fue la Mejor Rehabilitación Andaluza de 1987.
En 2005 el Teatro Cervantes fue inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Monumento.
Tras la inauguración, las reformas continúan y entre ellas debemos mencionar la restauración del techo en 2005 y en 2016, el telón de bocana, las obras de Ferrandis.
Este año 2020, se celebra su 150 aniversario y el "maldito coronavirus" ya ha obligado a la no celebración del Festival de Málaga. Esperemos que el 17 de diciembre se vuelva a oír la obertura de la ópera Guillermo Tell.
Buenos dias, Ginés. Me llamo Alicia Vergara y soy compañera de su hijo Juan Antonio. Le felicito por esta iniciativa tan original para poder llevar este confinamiento de otra manera. Gracias por acercarnos el arte. Todos los días espero su nueva publicación. Un saludo
ResponderEliminarGracias a ti. Me encanta saber que lo que estoy haciendo merece la pena. Un abrazo
ResponderEliminar