miércoles, 12 de febrero de 2014

JACINTO HIGUERAS. SU GRAN ETAPA ARTÍSTICA 1920 - 1936.

Los años veinte son para algunos años de alegría, de ilusiones, también de insensateces, no en vano son conocidos como "los dulces años veinte". El mundo vive una falsa explosión de júbilo provocado por el final de la cruel y larga guerra. Eso ya ha quedado atrás y la mayoría de los países occidentales quieren olvidar los estragos de la guerra y recuperar los años perdidos. La muerte ha de ser sustituida por el ansia de vida. Ya no importa que las ruinas abunden por doquier, que haya pueblos sometidos y humillados, que los cementerios hayan tenido que ser ampliados, lo que importa es vivir, olvidar y reconstruir.

La posición internacional de España salió robustecida como consecuencia de la neutralidad. La balanza de pagos, siempre negativa, se saldará con superávit a lo largo de los cuatro años que dura el conflicto, las exportaciones de nuestras industrias del metal, textiles y alimenticias supondrán un río de oro como pago de las exportaciones a los países beligerantes. Desde el punto de vista social el panorama es mucho más sombrío, contribuyó a dividir a los españoles, agrandándose mas las  diferencias sociales entre  los nuevos ricos, que surgen por la especulación y el alza de precios, y las clases medias y bajas  que sufren intolerables privaciones. A todo esto hay que añadir  que los dulces veinte no son tan dulces como se preveía, mientras Europa se pacifica y reconstruye, nuestro país se encuentra inmerso en la Guerra de África que traerá consigo calamidad, muerte y descontento social.

Comienza para nuestro artista la década de los años veinte con su alma llena de tristeza, no por las guerras, sino por su estado familiar, su tristeza va a tener su compensación en sus hijos y en su obra.

Se dedica con fervor a su arte y concibe su obra magna, la obra que le llevará a la cumbre, pues reflejará en ella toda la amargura que lleva dentro. Nos va a dejar su San Juan de Dios que le abrirá más las puertas de la fama, esas puertas que había conseguido entreabrir, al menos, en su tierra natal. Trabaja con ahínco en la figura de un apóstol del sufrimiento, aquel que supo ver el dolor y la tristeza de los pobres, a los que siempre intentó consolar con infinito amor. El propio artista declarará posteriormente: "... cada golpe de gubia, era en aquel bloque de madera como un remache en los clavos de la crucifixión de mis dolores"(7).
San Juan de Dios
Con esta obra, que había sido encargada para el Hospital Provincial de Jaén por la Marquesa de Foronda, va a participar en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1920, siguiendo los consejos de sus amigos y sobre todos, los del pintor y gran paisajista Javier de Winthuysen y Losada.

Otra vez va a competir con Clará e Inurria en el apartado de escultura. En el apartado de pintura, participará también el pintor Cristobal Ruiz, nacido el 1881 en el  pueblo cercano de Villacarrillo.

El triunfo, mayor aún por los artistas con los que compite, será clamoroso. El San Juan de Dios va a ganar la Medalla de Oro de la Exposición, lo que supondrá el lanzamiento de su autor.

Tuvo que hacer una réplica de la obra, también en madera, para el lugar donde primitivamente había sido encargado. Con posterioridad, en 1943, fue fundido en bronce para el patio del Hospital General Franco de Madrid.

En esta misma exposición participará con otra bella obra: Bética. Es una alegoría de Andalucía representada como un bello desnudo femenino. Esta escultura en mármol, formó parte del monumento dedicado al artista  en  su pueblo natal. Actitudes vandálicas obligaron a retirarla y fue sustituida por una réplica en bronce. El original se conserva en el Museo del artista.


Bética
Bética original en mármol.Gentileza de Marisa Isidro

Es a partir de este momento cuando Higueras va a triunfar plenamente. Las alabanzas se suceden y será considerado como un artista representativo del realismo escultórico. La ideología liberal lo va a acoger como uno de sus artistas favoritos y en todo este periodo que hemos denominado como su gran etapa artística, las alabanzas le van a venir de todas partes, pero las más fervientes saldrán de los periódicos La Voz y La Libertad.

Lo primero que va a renacer en el artista es su deseo de hacer realidad el monumento a Bailén. Durante toda la década, tanto el artista como la ciudad de Bailén van a luchar por hacer realidad el mismo sueño: que el piquero andaluz se levante ardoroso sobre su caballo, pisoteando al coracero francés. Se conservan diversas cartas de esta época en las que se insiste sobre la realización del monumento. Incluso parecía marchar el proyecto por buen camino, pues hay contactos con los señores Prado y Palacio y Alcalá Zamora para la ejecución de la obra.

Pese a todo, la obra no se realiza. Muchas razones se pueden argüir. La primera, que se vislumbra en algunas de las cartas que se intercambian el artista y los promotores, se atribuye a las malas cosechas de los primeros  años de la década a causa de la langosta y, por tanto, las aportaciones populares previstas, serán escasas. Una segunda, la revalorización del artista, aunque esta no es muy sostenible conociendo su interés. La tercera y posiblemente la de más peso, es la falta de interés real por parte de las autoridades provinciales, ya que es natural que deseasen que el Monumento a las Batallas, ya instalado en lugar preeminente, fuese único. Incluso se ha querido ver una cuestión política de relaciones con Francia, como motivo principal. Cuestión esta, difícil de demostrar.

El artista jiennense va a salir de los límites de su tierra natal que parecía tenerlo atrapado. Sus obras traspasarán los límites  provinciales, a partir de ahora, no serán sólo los olivares de Jaén los únicos que las contemplen. Las tierras gallegas de Orense  admirarán el Mausoleo de la Marquesa de la Atalaya Bermeja, obra en la que repite en líneas generales la actitud de San Juan de Dios en la figura orante de la marquesa. La Academia Militar de Zaragoza cobijará el busto del legionario Jordán de Urries


Jordán de Urries
Jerez de la Frontera, por medio de una de sus firmas más representativas, la familia Domecq, va a requerir al artista para la confección de un monumento que quedará sólo como trofeo.


A la familia Domecq
Madrid comenzará a solicitar obras del artista y podemos citar la Lápida a José de Caldas, en la Biblioteca Nacional, o el Monumento al poeta Manuel del Palacio y otras muchas. 


Lápida de Caldas

También se abren las fronteras nacionales. Hacia Bélgica partirán los bustos de la Embajadora de este país en España y el de su hija Solange de Borchgrave. Al Reino Unido viajaran el busto de John Milanés y la Lápida de la familia Oswald. No será el gran océano un obstáculo para que el continente americano también admire a nuestro artista. Colombia pedirá al artista que traslade a la madera una figura querida por el pueblo colombiano y para ellos realizará su Padre Almansa, una de las obras que se pueden analizar como perfectas dentro del realismo. 
Padre Almansa

Argentina tendrá una Inmaculada y México la Cabeza del poeta Urbina, director de la Biblioteca Nacional de México, secretario de la Legación en Madrid y que sustituyó a Francisco del Paso y Troncoso en la Comisión investigadora de asuntos mexicanos en el Archivo de Sevilla, personaje conocido personalmente por Higueras. 


 A don Benjamín Fernández y Medina, diplomático uruguayo

Su gran etapa artística comienza con la Medalla de Oro. La faceta de imaginero se va a prodigar mucho a lo largo de su vida, pero hay que resaltar que lo mejor va a salir de sus manos en este momento, al San Juan de Dios hay que añadir el Cristo de la Buena Muerte para la Catedral de Jaén y el ya mencionado Padre Almansa. Años después vendrá su etapa propiamente de imaginero, pero en ella no conseguirá alcanzar las cotas que el mismo se ha marcado en este periodo.

Cristo de la Buena Muerte

A Jacinto Higueras hay que encuadrarlo como un auténtico retratista, sus manos van a saber plasmar con realismo los aspectos externos e internos de los retratados. Así lo ve la Revista Cosmópolis, y dice: "... artista preferentemente religioso y místico, pero de él surge inesperadamente un retratista ya hecho, depuradísimo, cuyas sobresalientes cualidades son facilidad absoluta en la técnica y realidad en la expresión "(8).

Podemos pensar que a esta frase le sobra la palabra inesperadamente, pues si nos fijamos en obras anteriores estas características que  califica  de inesperadas, ya las poseía nuestro artista. Nos preguntamos: ¿Hay algo más real y verdadero que esos rostros del Veterano de la Guerra de África o del Manigero Andaluz, en los que plasma fiel y verdaderamente el peso del trabajo, el dolor, la vejez, la valentía...?

Su consagración también le obligará a desempeñar numerosos cargos burocráticos. Decano de la Escuela de Cerámica y del Colegio de la Paloma. Miembro de tribunales en oposiciones y concursos. Organizador, por la Escuela de Cerámica, de las participaciones en las Exposiciones Internacionales de Filadelfia, Monza y Sevilla. Encargado de la organización del Museo de Arte Antiguo y Moderno de Jaén. El más relevante de los cargos será el de Conservador Artístico de Residencias Presidenciales de la Segunda República, nombramiento otorgado por el Presidente de la misma Don Niceto Alcalá Zamora.

El modelo en el taller
Recibió numerosas condecoraciones  como la Encomienda de la Real Orden de Isabel la Católica, otorgado por su Majestad el Rey Alfonso XIII, con fecha 23 de Junio de 1929. Aunque nunca salió de España, también en el extranjero reconocen sus méritos, ya que fue nombrado Chevalier de l'Ordre de la Couronne, concedido en Bruselas el diez de Junio de 1929, por el Ministro Plenipotenciario de la Corona Belga.

Si el refrán español dice:" La obra hace al artista", no fue esta la única causa del triunfo, pues a la belleza y perfección expresiva de su San Juan de Dios hay que agregar algo más. Ese algo le llegará dulcificando su tristeza, de la mano de  una mujer.

Poco se conoce del artista en los días que sucedieron a la Exposición. Poco, pero podemos imaginar mucho con la seguridad de no equivocarnos. El triunfo le debió halagar, enorgullecer y servir como sedante a su alma dolorida, aunque debió ser un triunfo poco saboreado por las circunstancias que en él concurrían. Encerrado en sí mismo, con el amor de sus hijos que eran el recuerdo de su perdido amor, amor que había vivido con plenitud, aunque con sacrificios. Tras el éxito, es normal que los halagos fuesen numerosos, pero todos los rechazaba, prefería vivir para él, para su trabajo y para sus hijos, encerrado en su taller de la calle Ferraz.

Las visitas de sus amigos eran un consuelo y una esperanza, además de un constante aliento para que saliese de su soledad. Poco a poco lo fueron consiguiendo. Comenzó a salir a tertulias pese a lo poco amigo que era de ellas. Su amor por la música, vocación siempre confesada y no realizada, le animaba a ellas. En una de estas tertulias conoció a su segunda esposa LOLA DOMÍNGUEZ PALATÍN. Sevillana y violinista. Había obtenido el premio Sarasate en 1917. Estudió en París y fue la primera mujer que formó parte de La Orquesta Nacional. En muchas ocasiones y en versión de los hijos, el matrimonio bromeaba a menudo  y ella siempre diría que lo que verdaderamente enamoró a su esposo y le había rendido a sus pies era la música. Se casaron en 1922 trasladándose a vivir a la calle Goya, aunque siguió manteniendo su estudio de la calle Ferraz.

Siempre referirá que se la presentó su amigo, paisano y artista Cristobal Ruiz. Esta mujer, llenaría pronto el vacío existente tanto en él como en sus hijos. Fue la visita de un nuevo amor, de una nueva musa, una nueva madre y que fue capaz de cambiar la vida y el carácter de Jacinto.
I
La familia antes de nacer Marilola
Este nuevo matrimonio cambió mucho la forma de pensar de nuestro artista, tanto interior como exteriormente. Se relacionará con numerosos artistas de la época, sobre todo de corte liberal. Asistirá a tertulias e incluso su propia casa será lugar de reunión. Entre sus amistades aparecen nombres ilustres  de las letras y las artes como Turina, Cubiles, María Rodrigo, María Martínez Sierra, Cristobal Ruiz, Rafael Alberti y el inolvidable y malogrado Federico García Lorca, que en plena juventud saboreaba las mieles del triunfo con su Romancero Gitano, publicado en 1927 y el estreno de Bodas de Sangre en 1933. El matrimonio participará incluso en teatro de aficionados junto con Lorca y otros, formando parte del club Anfístora. Los hijos de su primer matrimonio comenzaron a desarrollar sus actitudes artísticas,  formando parte de La Barraca.

Tres nuevos hijos enriquecerán el entorno familiar: Augusto, Andrés y la pequeña Mari-Lola. Todos ellos, los seis, heredarán  la vocación artística de sus padres. Luis y Jacinto viven la llamada de la escultura, el primero la abandonará y se convertirá en farmacéutico en su pueblo natal, Santisteban. Jacinto hereda la maestría de su padre y será escultor tan famoso como su progenitor y desde temprana edad se aficionará a las tertulias paternas y participará activamente en ellas. Modesto elegirá la rama de dirección teatral en la que triunfará. Augusto, Andrés y la pequeña Mari-Lola, se inclinarán por el mundo de la música. Andrés, desde temprana edad demostrará ser un niño prodigio al piano, pero la muerte a los diez años, en 1935, sumirá a la familia en un dolor irreparable. La sociedad artística de la época se hace eco del trágico suceso y podemos leer en la prensa del momento: " Aquel niño, que entusiasmó al público en el teatro Beatriz personificando al pequeño Mozart; aquel niño que recitaba versos con la maestría de un actor y que tocaba al piano cual un artista consumado; aquel niño, acaba de fallecer ". ( 9 ).


 
Andrés
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                 
Augusto
Marilola

El periodo comprendido entre 1920 y 1936, es en el que el artista se realiza plenamente. Tenemos un hombre nuevo. Se acostumbra a convivir con los demás pese a su carácter siempre reservado. Aprende lo que es la amistad y la prodiga entre sus amigos, amigos liberales y él como uno más. Se siente libre de trabas y no se rebaja con palabras de adulaciones falsas, ni se deja seducir por los bienes materiales. Su trabajo será desinteresado y no queremos decir con estas palabras que fuese gratuito, el cobra  y vive de su trabajo, aunque en muchas ocasiones realizará obras de manera desinteresada y por una causa que le convenza. Siente el arte por el arte y no por el dinero, muchas veces dirá que le embargaba una gran tristeza cuando su obra abandonaba el taller.


Jacinto Higueras Cátedral trabajando en la cabeza de su padre
El año 1936 es el año de la gran tragedia española, estalla la Guerra Civil, de la que siempre se dirá que es una guerra cruel por el nombre, pero aún más cruel por el apellido. España se desangra, España llora, España se lamenta ante la injusticia y la sangre. Son tres años tristes de los que todo está dicho.


Prado y Palacios
Durante estos años poco podemos decir de Higueras, un español más como cualquier otro, siente rabia y siente miedo, no sabe que hacer, o al menos sabe lo que no puede hacer o no debe hacer. Se debe a unas ideas, pero puede más el sentirse padre de una familia numerosa, él no se puede sentir libre, está atado a su papel de padre de familia, ataduras más poderosas que sus ideales. Sufre por sus muchos amigos, que mueren o se exilian. Se siente obligado a que su vida, durante la guerra, transcurra en Madrid sufriendo como cualquier otro. Los sobresaltos. las penas, las añoranzas y las tristezas, son muchas. Las alegrías pocas. Termina la guerra y se adapta a las circunstancias, ha de olvidar todo lo anterior, ya no hay tertulias ni reuniones artísticas, sus amigos de siempre, al menos la mayoría  ya no están. Tiene que aceptar la nueva historia en silencio y con resignación, hay que rehacer una nueva vida. Reinicia el trabajo y lo hace con tesón, piensa que físicamente es mas viejo, mucho más viejo, pero para el arte se siente joven y le reconfortará la frase que se atribuye al gran Miguel Ángel: " ... el artista sólo es viejo media hora antes de morir ". Con este lema, comienza una nueva etapa, la etapa que vamos a denominar de imaginero.

Algunos retratos de esta época: 


Enrique Domínguez Rodiño en el taller
Alberto Insúa
                                                

Coronel Mateo
José Francés


Romero de Torres
                                   
María Turina como "Aurelia de Febrerillo el loco"

          (7).- Revista la Ilustración Moderna.

(8).- Revista Cosmópolis. Número de Marzo de 1929.


(9).- Periódico El Debate.


Agradecimientos a Marisa Isidro que le pedí unas fotos y no dudo en enviármelas con urgencia.

3 comentarios:

  1. Amigo Ginés, fenomenal ests dos últimas entradas publicadas, da gusto leer toda esta redacción porque aún sin conocer al artista, se hace uno a la idea de toda su trayectoria y le entran ganas de conocer más de su vida y de su obra. Un saludo madrileño. Javier.

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  2. Estimado amigo Ginés; gracias por esta página que dedicas con cariño y admiración a mi abuelo Jacinto Higueras Fuentes. Soy Ana Higueras, hija del también escultor Jacinto Higueras Cátedra. Precisamente llevo un par de años trabajando en la biografía, catálogo de obras y bibliografía de mi abuelo por eso estimo lo bien documentado que está tu trabajo. Me gustaría saber tu nombre completo para incluir tu trabajo en bibliografía del abuelo. Gracias y un cordial saludo.
    Ana Higueras

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    1. Muchísimas gracias por tu comentario. Mi nombre es Ginés Collado Morales, de Villacarrillo, casado con una santistebeña y residente en Málaga. Ya jubilado como Catedrático de Geografía, Historia y Arte-
      Todo lo que tengo de información se lo debo a tu tío Luis y a tu tía Mari Lola, pues me lo ofrecieron todo al empezar un trabajo, como Tesina sobre tu abuelo. Como no llegue a leerle, decidí escribir en este blog las cuatro entradas que tengo. Lo hice en honor a tu tía, que por cierto, ¿cómo está? se lo hice saber a ella a través de tu prima y me contestó en su día, dándome las gracias.
      Todo lo que tengo aparce en el blog, menos un catalogo que empecé a hacer. Creo que se lo entregué a una chica de Santisteban llamada Marisa que estaba en contacto con tu tía. Intentaré buscar y ver si tengo yo una copia del catálogo.
      Mi correo electronico es: ginescomo@yahoo.es y mi telefono 639255992, por si necesitas algo. Date prisa, pues ya he entrado en los 80 y aunque me siento bien, los años son los años. Un saludo y te aseguro que me ha dado mucha alegría este mensaje. Lo mismo si nos conocemos, pues allá por los ochenta di una charla o conferencia sobre tu abuelo a instancias de tu tio Luis y se que asistieron algunos nietos. Reitero mi saludo y agradecimiento

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